¡Qué poca valentía! Una jugadora de la liga femenina de Estados Unidos, Emily Little, tenía evidentes problemas con una de sus rivales, Maddie Tights. Sin muchas ideas para resolver la situación, aprovechó que la tenía cerca en un lateral y le tiró dos tremendos pelotazos en la cabeza. Lo increíble fue que, después de pedirle perdón la primera vez, volvió a hacer lo mismo. El árbitro decidió amonestarla por conducta antideportiva (¿no era expulsión?) y sancionar tiro libre para el otro equipo.
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