Mientras en las grandes ciudades solemos tener miedo de otros "inquilinos" como cucarachas o ratas en algunos sitios conviven con ardillas, ese animal que a los ojos ajenos nos parece tan encantador mientras para otros es una auténtica locura. Ha sido el caso de este pobre hombre, el cual entraba tan tranquilamente en su cocina para mirar qué eran esos extraños ruidos que estaba escuchando. Y vaya sorpresa se llevó, una ardilla estaba correteando como si fuese la casa suya.
Tener un animal así rondando por un espacio cerrado se convierte en una odisea si estamos intentando capturarla de alguna forma. tiene una velocidad increíble, siendo imposible encajonarla en algún rincón de la sala por la agilidad que posee, dando brincos alrededor como si no hubiese ningún tipo de obstáculo, solo necesitando el apoyo de sus patitas y la estabilidad que le da la cola.
Imaginate que aparece esto en tu casa, que está tirándolo todo y que no conseguís forma de echarla. Pues no te preocupes porque las muy bichas aún así prefieren la calle, el dar saltos por los árboles y huir cuanto antes posible, dando un pedazo de salto desde la ventana que te obligará a asomarte para ver si sigue viva.
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