La sonda Venus Express ha descubierto una región sorprendentemente fría en las capas más altas de la atmósfera del planeta Venus, en las que la temperatura podría ser lo suficientemente baja como para que se congele el dióxido de carbono, formando hielo o nieve. Venus es famoso por su densa atmósfera de dióxido de carbono y por las altas temperaturas que ésta provoca sobre la superficie del planeta. Por ello, con frecuencia se le presenta como el hermano inhóspito de la Tierra.
En un nuevo estudio, basado en los datos recogidos por la sonda europea Venus Express a lo largo de cinco años de observaciones, un grupo de científicos ha descubierto una capa muy fría en la atmósfera del planeta, a unos 125 kilómetros sobre su superficie, en la que se alcanzan temperaturas de -175°C.
Frío extremo, a pesar de la cercanía con el Sol
Esta inusual capa es mucho más fría que cualquier región de la atmósfera terrestre, por poner un ejemplo, y eso a pesar de que Venus se encuentra mucho más cerca del Sol que nuestro planeta.
Este descubrimiento se realizó mientras se medía cómo se filtraba la luz del Sol a través de la atmósfera de Venus, para así determinar la concentración de moléculas de dióxido de carbono a distintas altitudes a lo largo del terminador – la línea de separación entre la parte iluminada y la parte en sombra del planeta-.
Al combinar las medidas de la concentración de dióxido de carbono con los datos de la presión atmosférica, los científicos fueron capaces de derivar el perfil de temperaturas de la atmósfera de Venus.
"Como a una determinada altitud la temperatura cae por debajo del punto de fusión del dióxido de carbono, sospechamos que se podría llegar a formar nieve carbónica en esta región de la atmósfera venusiana", explica Arnaud Mahieux, del Instituto Belga de Aeronomía Espacial y autor principal del artículo que presenta estos resultados en el Journal of Geophysical Research.
Las nubes de partículas de nieve o hielo de dióxido de carbono tendrían que ser muy reflectantes, y podrían llegar a crear capas más brillantes que la propia luz solar.
"No obstante, aunque Venus Express haya observado regiones muy brillantes en la atmósfera de Venus que podrían indicar la presencia de hielo, también podrían ser el resultado de otras perturbaciones atmosféricas, por lo que de momento tenemos que ser prudentes", puntualiza Mahieux.
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