n style="font-family: Trebuchet MS">Los Trolls llegaron a los medios de comunicación con todo y sus malas mañas. Apelan a la libertad de expresión para decir prácticamente lo que se les ocurre en el medio que se los permita. Se alimentan de sarcasmo y la mayoría se cubre en el anonimato. Se empeñan en desvirtuar las opiniones valiosas y llenar los foros de "paja" que no aporta nada a los temas.
Existen desde que se popularizó Internet, son básicamente usuarios que sólo buscan provocar intencionalmente a los lectores, creando controversia con diferentes fines; ya sea por diversión, por desviar la discusión de los temas o bien por provocar a otros participantes para enfrentarlos entre sí.
Habitan en las redes sociales, en los blogs, en los foros y en en general en los portales de los medios que abren canales de comunicación para los lectores. No es difícil hallar comentarios que no aportan nada al tema propuesto, pero generan polémica con el fin de tener réplica, y hasta clonan a otros usuarios escribiendo por ellos con la intención de difamarlos.
Cada vez es más común que los comentarios de los Trolls estén llenos de ideas vacías, ofensas y groserías.
Espejo de la sociedad
Luis Roiz, especialista en Internet y profesor de la Universidad Iberoamericana, dice que los Trolls mexicanos son sólo un reflejo d e la sociedad en la que vivimos, por eso sólo critican sin aportan nada.
El especialista dice que "cada vez es más común apreciar discusiones que no tienen nada que ver con el tema, y conversaciones entre los usuarios que bien podrían pertenecer a un chat y no a un foro de discusión. Hay comunidades que se saludan en los foros y si alguien se atreve a cuestionarlos lo atacan hasta el cansancio".
"Sucede en las páginas de Internet de muchos medios de comunicación donde se les permite participar, aunque el fenómeno de desvirtuar es muy mexicano porque si analizamos los comentarios de otros periódicos como The New York Times podemos ver que esos lectores se dedican a opinar sobre el tema que están leyendo y no sobre lo que están desayunando o llenando el foro con críticas ofensivas y malas palabras", asegura Roiz.
A pesar de que los medios tienen filtros para evitar publicar comentarios ofensivos o groseros, los Trolls tienen sus mañas: cambian palabras, separan letras, agregan números y consiguen decir lo que se les antoja burlando la seguridad.
La mayoría son sumamente activos, hay quienes han generado más de 8 mil comentarios en menos de 5 meses, y que generalmente son usuarios que ya tienen sus propias comunidades dentro del medio.
Comunidades que, por cierto, se enfrentan entre sí, la mayoría de las veces con una bandera política, aunque sin un verdadero significado. En cualquier tema pueden cerrar, por ejemplo, con la frase "estaríamos mejor con López Obrador". Panistas contra perredistas. O guerras deportivas y territoriales. Los del interior de la República ofenden a los del Distrito Federal, y viceversa. Los del América a los de las Chivas.
La clonación
Luis Roiz dice que "en otros países los comentarios en los medios de comunicación sólo se hacen para discutir sobre temas noticiosos, aquí además de eso la gente entra a "leer" las noticias a un medio para verse con sus amigos dentro del foro, amigos que puede conocer en persona o no", explica Roiz.
Como Sonia, que se ha hecho de amigos que como ella gustan de opinar en los foros de un diario. Sonia no se considera Troll, pero sí una usuaria muy activa que encuentra una enorme satisfacción en encontrar un lugar donde pueda exponer sus puntos de vista y que miles se enteren de lo que piensa.
Dice que a diario lee los comentarios de otros y se da una idea de la forma de pensar que tienen las demás personas. Dentro de los foros encontró amigos que se conocieron ahí, y con los que platica a diario. Siendo el medio su lugar de reunión.
Sonia ha sido víctima de los Trolls. Su nick fue clonado para opinar en su nombre. "La clonación de nick no habla más que de la carencia de valores, de vergüenza y de identidad de quienes lo hacen. Lamento que haya incluso mujeres que se prestan a hacerlo, faltándose al respeto a ellas mismas, independientemente del daño moral y psicólogico que generan en las personas a las cuales afectan, ya que han llegado a exponer la identidad de varios de los demás participantes de la comunidad, así como detalles personales, que han salido tanto de la boca de los afectados como de la imaginación de los clo nadores", dice.
Pero a pesar de que se queja de los Trolls, Sonia cree que es importante mantener los espacios vivos. Dice que es responsabilidad del medio cuidar de éstos espacios además de imponer reglas.
¿Respetar la libertad?
Luis Roiz está de acuerdo con Sonia. "Los medios de comunicación deben velar por sus espacios, no pueden alejar a quienes han tomado sus foros como lugar de reunión, así que deben saber manejar los malos comentarios y filtrarlos de tal modo que dejen de entorpecer la comunicación entre el medio y los lectores", dice.
"Si no lo hacen así, la gente terminará por aburrirse de leer comentarios vacíos y dejarán de participar en una discusión nada inteligente. Además es también responsabilidad de la comunidad que gusta de opinar en los medios, ellos deben servir como un filtro más avisando al medio que los comentarios son ofensivos o no están aportando nada al tema de discusión".
¿Cómo acabar con ellos? "Sin alimentarlos", dice Roiz. "Son un mal que nació con el Internet y que pertenece a la era de la Web 2.0, donde la única forma de que no entorpezcan es no hacerles caso".
Hoy, dice, es posible que la voz de cualquiera sea escuchada a través de la participación y de los espacios que los medios han abierto, una oportunidad única que debe pulirse para que no se pierda por culpa de usuarios a los que les urge que alguien les haga caso.
e los Trolls - El Universal
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